Para adoptar la decisión, y «tras una amplísima deliberación», los miembros del comité han valorado «la defensa por la igualdad y del derecho a la educación de los niños y niñas en los países islámicos» para conceder este premio a Malala; mientras que han tenido muy en cuenta «la generosidad en la aplicación de la investigación para labores de cooperación» de la científica valenciana.

Malala Yousafzai escribe su propio blog y es una firme activista en favor de los derechos civiles, especialmente de las mujeres y los niños. Esta lucha le llevó a sufrir un intento de asesinato por parte de un grupo de talibanes paquistaníes en octubre de 2012 por su defensa de la educación de las niñas.

Por su parte, la doctora valenciana Pilar Mateo, científica, humanista y empresaria, desarrolló hace unos doce años mediante un proceso de microencapsulación biopolimérica una pintura especial que, aplicada en las fachadas de las viviendas, evita la propagación de enfermedades como el mal de chagas, la malaria o el dengue. Con esta tecnología se ha conseguido erradicar la vinchuca, un chinche de la zona boliviana de Chanco. Mateo, además, en 2006 fue la embajadora honorífica del Pueblo Guaraní en la Unión Europea (UE), y también fue finalista del premio Príncipe de Asturias en 2010.

Por todo ello, el presidente del Senado, y ayer del jurado de los premios, insistió en que «ambas cumplen sobradamente las exigencias requeridas y se complementan. Pilar Mateo por sus méritos en la investigación científica y la generosidad a la hora de colaborar con los más necesitados; y la niña Malala por el ejemplo que supone y su valentía, pues hay que recordar que está perseguida y amenazada de muerte».

La entrega de ambos galardones se efectuará el próximo 15 de enero, fecha en la que la banda terrorista ETA asesinó al profesor Manuel Broseta en Valencia en 1992. Cada una de las premiadas recibirá también 6.000 euros.

Para esta convocatoria, el jurado ha estado compuesto por García-Escudero, la consejera de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana, el rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, el Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Valencia, Mariano Durán, el torero Enrique Ponce (que no pudo asistir a la reunión), el extenista profesional Juan Carlos Ferrero, el miembro del Consell Jurídic Consultiu (CJC) Ignasi Pla, el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Rafael Aznar, el director territorial de La Caixa en Levante y Murcia, Bibiano Martínez, la periodista María José Fernández, la directora de Concesiones de AGBAR, Asunción Martínez, el notario Alfonso Maldonado, y el presidente del CJC, Vicente Garrido Mayol, también como secretario del jurado.

La adolescente paquistaní Malala Yousafzai y la investigadora valenciana Pilar Mateo han sido las galardonadas en la XXII edición del Premio de Convivencia que cada año concede la Fundación Profesor Manuel Broseta y que se falló ayer. El presidente del Senado, Pío García-Escudero, fue el encargado de dar a conocer la decisión puesto que ayer también presidió el jurado que se encargó de decidir el nombre de los premiados. García-Escudero explicó que, este año, se habían presentado hasta 17 candidaturas, «todas ellas de alto nivel», aunque los integrantes del jurado han escogido a las ganadoras por unanimidad.

Para adoptar la decisión, y «tras una amplísima deliberación», los miembros del comité han valorado «la defensa por la igualdad y del derecho a la educación de los niños y niñas en los países islámicos» para conceder este premio a Malala; mientras que han tenido muy en cuenta «la generosidad en la aplicación de la investigación para labores de cooperación» de la científica valenciana.

Malala Yousafzai escribe su propio blog y es una firme activista en favor de los derechos civiles, especialmente de las mujeres y los niños. Esta lucha le llevó a sufrir un intento de asesinato por parte de un grupo de talibanes paquistaníes en octubre de 2012 por su defensa de la educación de las niñas.

Por su parte, la doctora valenciana Pilar Mateo, científica, humanista y empresaria, desarrolló hace unos doce años mediante un proceso de microencapsulación biopolimérica una pintura especial que, aplicada en las fachadas de las viviendas, evita la propagación de enfermedades como el mal de chagas, la malaria o el dengue. Con esta tecnología se ha conseguido erradicar la vinchuca, un chinche de la zona boliviana de Chanco. Mateo, además, en 2006 fue la embajadora honorífica del Pueblo Guaraní en la Unión Europea (UE), y también fue finalista del premio Príncipe de Asturias en 2010.

Por todo ello, el presidente del Senado, y ayer del jurado de los premios, insistió en que «ambas cumplen sobradamente las exigencias requeridas y se complementan. Pilar Mateo por sus méritos en la investigación científica y la generosidad a la hora de colaborar con los más necesitados; y la niña Malala por el ejemplo que supone y su valentía, pues hay que recordar que está perseguida y amenazada de muerte».

La entrega de ambos galardones se efectuará el próximo 15 de enero, fecha en la que la banda terrorista ETA asesinó al profesor Manuel Broseta en Valencia en 1992. Cada una de las premiadas recibirá también 6.000 euros.

Para esta convocatoria, el jurado ha estado compuesto por García-Escudero, la consejera de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana, el rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, el Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Valencia, Mariano Durán, el torero Enrique Ponce (que no pudo asistir a la reunión), el extenista profesional Juan Carlos Ferrero, el miembro del Consell Jurídic Consultiu (CJC) Ignasi Pla, el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Rafael Aznar, el director territorial de La Caixa en Levante y Murcia, Bibiano Martínez, la periodista María José Fernández, la directora de Concesiones de AGBAR, Asunción Martínez, el notario Alfonso Maldonado, y el presidente del CJC, Vicente Garrido Mayol, también como secretario del jurado.